
La neurología es la rama de la medicina veterinaria que se dedica al estudio de las patologías que afectan a los sistemas nerviosos central (encéfalo y médula espinal) y periférico (nervio, músculo y unión neuromuscular).
¿Cómo sé si mi mascota tiene un problema neurológico?
Hay multitud de síntomas en función de la localización del problema. Convulsiones, marcha en círculos o compulsiva, ceguera, desorientación, decaimiento, dificultad o debilidad al caminar, agresividad, cambios de comportamiento, ladeo de la cabeza o pérdida del equilibrio pueden indicar una patología de este tipo.
Algunos de los signos más frecuentes de una lesión medular son dolor inespecífico o localizado en el cuello o columna y debilidad o incapacidad para mover las extremidades.
Para un correcto tratamiento es imprescindible llegar a un diagnóstico correcto y, dadas las características específicas que posee el sistema nervioso, se requieren pruebas de diagnóstico específicas para su valoración y complementarias que se realizan en el servicio de Nerurología y Neurocirugía, en el que trabajan Isidro Mateo y Jorge Álvarez.
Las PRUEBAS que pueden realizarse en nuestras instalaciones son:
– Mielografía: permite diagnosticar numerosas afecciones de la médula espinal como hernias de disco, abscesos epidurales, tumores epidurales…
– Análisis de líquido cefalorraquídeo: consiste en la extracción de una muestra mediante la punción en el espacio subaracnoideo.
– Pruebas de electrodiagnóstico y biopsias de nervio y músculo: se realizan tomando una pequeña cantidad de un nervio y un músculo específico. La muestra obtenida se enviará al laboratorio de Anatomía.
– Tomografía computerizada: técnica de imagen avanzada con la que se obtienen imágenes en dos dimensiones del cuerpo. Imprescindible para el estudio del encéfalo y de ciertas patologías de médula espinal.
– Resonancia magnética: Permite obtener planos tomográficos (cortes o rodajas) de cualquier estructura anatómica en todas las direcciones del espacio. Su resolución de contraste es muy alta. Es la técnica de elección en el diagnóstico de patologías del sistema nervioso central.
Tratamiento
Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento puede ser médico o quirúrgico. El médico consiste en la administración de un fármaco y este tipo de terapias puede administrarse de manera ambulatoria (en el hogar del animal) y por supervisión de su veterinario habitual en colaboración con el especialista.
El tratamiento quirúrgico consiste en realizar alguna intervención invasiva.
Para ello contamos con tres quirófanos completamente equipados.